Derecho a paro despido procedente

Introducción al derecho a paro y despido procedente

En el ámbito laboral, uno de los momentos más complejos para el trabajador es enfrentarse a una situación de despido. Comprender los diferentes tipos de despido y sus consecuencias es crucial para ejercer adecuadamente los derechos laborales. En este artículo, nos enfocaremos en el despido procedente y el derecho a paro.

¿Qué es un despido procedente?

Definición y causas

El despido procedente se da cuando la empresa alega una causa justificada para terminar el contrato de trabajo. Estas causas pueden estar ligadas a la conducta del trabajador o a situaciones económicas, técnicas, organizativas o de producción de la empresa.

Tipos de despido procedente

• Despido disciplinario: por incumplimientos graves y culpables del trabajador.
• Despido objetivo: por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

Derecho a paro tras despido procedente

Uno de los principales interrogantes tras un despido es si el trabajador tiene derecho al paro o prestación por desempleo. Generalmente, en caso de despido procedente, siempre que se haya cotizado el mínimo requerido, el trabajador tiene derecho a recibir dicho beneficio.

Requisitos para acceder al paro

• Haber cotizado un mínimo de 360 días en los últimos 6 años.
• Encontrarse en situación legal de desempleo.
• Inscribirse como demandante de empleo y suscribir el compromiso de actividad.

Duración y cantidad de la prestación

La duración y la cantidad de la prestación por desempleo dependen del tiempo cotizado anteriormente. La duración varía entre 120 y 720 días, y la cuantía se calcula en base al promedio de las bases de los últimos 180 días cotizados.

Proceso de solicitud de paro

Para solicitar la prestación por desempleo, el trabajador debe seguir una serie de pasos:

1. Obtener el certificado de empresa que acredite el despido procedente.
2. Inscribirse como demandante de empleo.
3. Solicitar la prestación en el plazo de 15 días hábiles desde la fecha del despido.

Conclusión

El despido procedente no excluye al trabajador del derecho a paro, siempre y cuando se cumplan los requisitos exigidos por la ley. Es importante asesorarse correctamente y actuar con rapidez para garantizar el acceso a las prestaciones que correspondan.